09 febrero 2009

Estudiando Histología...

En momentos como este en los que estoy (estaba) estudiando Histología, asignatura aburrida donde las haya, no paro de sentir algo extraño. No es tristeza, y creo que no es un estado de ánimo. Es una sensación mezcla de aburrimiento, hartura, estrés, y algo más.

Hace unos minutos he vivido con una compañera de la facultad una escena que ha desencadenado en mí esta ola de sentimientos, o como queráis llamarlo. Una simple discusión que ha desencadenado toda esta historia. Y realmente no lo entiendo, porque ni ella es alguien importante para mí, ni tampoco ha sido nada del otro mundo.

¿Me pasa algo? No lo sé, o sí lo sé, y me lo callo. Dicen que los temores se materializan cuando los nombramos en voz alta, ¿no? Dejemos pues que los temores, si es que acaso los hay, que se queden encerrados y desaparezcan. O que corroan todo mi medio interno (no digo mi ser, porque ya me suena poco profesional).

Se acercan tiempos difíciles, tiempos de decidir, y no quiero decidir, se acercan tiempos en los que el tiempo romperá su linealidad y tendré que elegir entre quedarme al borde del precipicio o saltar al vacío...

Hé quoi? charmante Élise, vous devenez mélancolique, après les obligeantes assurances que vous avez eu la bonté de me donner de votre foi? Je vous vois soupirer, hélas! au milieu de ma joie! Est-ce du regret, dites-moi, de m'avoir fait heureux, et vous repentez-vous de cet engagement où mes feux ont pu vous contraindre?

L'avare
Molière