Te fuiste de mis manos... te escapaste de mis abrazos y de mis besos. A veces es demasiado tarde para intentar retener lo que ya está perdido y al volver la vista atrás vemos los errores cometidos, callados, silenciados, perdonados, olvidados y sobre todo, latentes.
Y te dejo marchar libremente, en el viento, en un pensamiento. Nunca pensé que llegara este momento, nunca me imaginé esta situación, pero ha llegado, y toca vivirla. Vivirla en toda su intensidad hasta que el dolor traspase mi alma de tal modo que me duela hasta la razón. Sin alivios, sin evitamientos, toda, como un día tocó vivir la alegría.
Ni tu ni yo somos más que dos diminutas criaturas en un todo, en el que seguro, y por suerte, tú y yo, ambos, los dos, encontraremos lo que buscamos, a base de pruebas, fracasos, caídas y reintentos.
Adiós, nos vemos... en un sueño o quizás au bout de la terre
22 junio 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
qué triste
¿No hay solución?
Ya hablaremos ;)
espero que no sea lo que estoy pensando, mañana vuelvo a estar aqui diariamente, asi que ya hablaremos.
xao
Publicar un comentario