Todo el mundo aplaudiendo sin cesar, él con tranquilidad se situa en medio del escenario y con la paciencia propia de un padre con un hijo, espera a que le demos paso para hablar. Todos y cada uno de los que alli nos encontrabamos nos callamos para oir sus sabias palabras, palabras que se comvierten en una composicion onirica para nuestros oidos.
"Solo tengo un problema de todos los años que he vivido, y es qeu no tengo problemas"
Las lágrimas se asoman por mis ojos pero las contengo, quiero tener listos los 5 sentidos, quiero que cuando comience a sonar ese maravilloso instrumento, pueda oír, ver e incluso tocar las notas, notas que por si solas no valen nada, pero que tocadas por esas manos vividas, arrugadas y felices son un regalo para quien las quiera escuchar.

Empieza a tocar, vemos deslizar sus dedos con verdadera maestría, todo el mundo en silencio, con un mismo foco de atención. Una nota tras otra se van escapando de sus dedos y entrando en nuestros corazones y de pronto, comienzo a sentir la necesidad de mover el cuerpo, así mismo, le ocurre a otras personas, esto es la magia del JAZZ.
Solo puedo tener una calificación para tan gran pianista como BEBO VALDES:
SUBLIME